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Cambridge Analytica un año después:
«Una lección de fracaso institucional”
Un año después de que estallara el escándalo, Carole Cadwalladr habla con Christopher Wylie, el whistleblower que filtró la información, sobre las repercusiones de las grandes tecnológicas y la lucha por procesar a los culpables
Es una forma de medir lo que ha cambiado en un año como para que el mes pasado el parlamento británico publicara un informe oficial en el que llamaba a Facebook «bandidos digitales» y dijera que las leyes electorales británicas ya no son eficaces. El informe se realizó a partir de horas de testimonios de 73 personas entre ejecutivos de Facebook y peritos judiciales y 4350 preguntas de los Miembros del Parlamento. ¿La conclusión? Las tecnológicas de Silicon Valley están fuera de control, y ninguna más que Facebook, de la cual se dice que trató al parlamento con «menosprecio».
También es una forma de medir lo que no ha cambiado como para que un lunes por la mañana fuera noticia sólo dos horas antes de que el siguiente Westminster drama (la creación del Grupo Independiente) lo despachara de los titulares.
Hace un año el Observador publicó la primera de una serie de noticias, conocidas como los Archivos de Cambridge Analytica, que llevaron al parlamento a afrontar estas cuestiones: El relato de un confidente dentro de la firma de análisis de datos que había desempeñado diversas funciones (sigue sin aclararse cuáles exactamente) en las dos campañas decisivas de 2016 que nos trajeron el Brexit y Trump.
Christopher Wylie, un canadiense de 28 años y exdirector de investigación de Cambridge Analytica, reveló cómo la empresa había explotado los datos recabados en Facebook entre millones de usuarios de todo el mundo para perfilarlos y que recibieran desinformación y mensajes políticos sin su conocimiento ni consentimiento.
Lo que sigue sólo puede ser descrito como un tornado mediático. La noticia acaparó titulares en todo el mundo. La misma semana que se publicara la entrevista a Wylie, la Oficina del Comisionado de Información (ICO por sus siglas en inglés) obtuvo una orden de registro para acceder a las oficinas de Cambridge Analytica e incautarse de sus servidores. Se formularon preguntas en el parlamento. El conjunto de las acciones de Facebook sufrió un desplome de más de 50000 millones de dólares. Ahora la caída se cifra en más del doble.
El caso estuvo de rabiosa actualidad durante meses. Cambridge Analytica anunció su cierre en mayo. Facebook admitió en abril que no fueron 50 sino 87 los millones de usuarios que habían visto minados sus perfiles. Mark Zuckerberg compareció ante el congreso estadounidense y en octubre la ICO le impuso una multa de 500000 libras, la máxima posible. Facebook la ha recurrido.
Al quedar con Wylie para comentar la noticia un año después y preguntarle si había conseguido procesarla al completo (el impacto, las repercusiones, la perdida de miles de millones de dólares), él me contesto que no. ¿Cómo se comprende lo que significa mil millones de dólares cuando nunca los has visto? No creo que… Click here to continue reading
Translated from The Guardian
